A comienzos de este año, en el Colegio Santo Tomás de Aquino, se dio inicio a la experiencia de Infancia Misionera, siendo los niños quienes hacen misión y atraen a otros niños al servicio de Jesús.
¿QUÉ ES LA INFANCIA MISIONERA?
La Infancia Misionera fue fundada en 1843 por un obispo francés, monseñor Carlos Augusto de Forbin-Janson, motivado por las cartas y noticias de misioneros que le escribían, sobre todo desde China, contándole la difícil situación de l@s niñ@s de ese país. Solicitó ayuda y pensó en otra obra en la que l@s niñ@s cristianos ayudarían a l@s niñ@s de los países de misión, con sus oraciones y algo de dinero al mes.
La Obra contó el apoyo y la aprobación del Papa. En 1922 Pío XI la elevó a la categoría de Obra Pontificia y en 1950 Pío XII instituyó el Domingo Mundial de la Infancia Misionera. Actualmente la Infancia Misionera está establecida en más de 120 países de todo el mundo, es un servicio de las Iglesias particulares a los padres y educadores para que se despierte, desarrolle y madure progresivamente en los niños la dimensión misionera de su fe y vida cristiana. Y a la vez hacerles sensibles para que compartan la fe y los medios materiales con los niños de las regiones y de las Iglesias más desprovistas.
Infancia Misionera tiene una función profundamente educadora y se inserta en el fenómeno de iniciación cristiana de niños, adolescentes y jóvenes que se lleva a cabo en cada Iglesia particular. En el interior de este proceso de formación se intenta desarrollar esta dimensión misionera en armonía con el resto de las tareas de educación de la fe.
¿QUÉ ES LA INFANCIA MISIONERA?
La Infancia Misionera fue fundada en 1843 por un obispo francés, monseñor Carlos Augusto de Forbin-Janson, motivado por las cartas y noticias de misioneros que le escribían, sobre todo desde China, contándole la difícil situación de l@s niñ@s de ese país. Solicitó ayuda y pensó en otra obra en la que l@s niñ@s cristianos ayudarían a l@s niñ@s de los países de misión, con sus oraciones y algo de dinero al mes.
La Obra contó el apoyo y la aprobación del Papa. En 1922 Pío XI la elevó a la categoría de Obra Pontificia y en 1950 Pío XII instituyó el Domingo Mundial de la Infancia Misionera. Actualmente la Infancia Misionera está establecida en más de 120 países de todo el mundo, es un servicio de las Iglesias particulares a los padres y educadores para que se despierte, desarrolle y madure progresivamente en los niños la dimensión misionera de su fe y vida cristiana. Y a la vez hacerles sensibles para que compartan la fe y los medios materiales con los niños de las regiones y de las Iglesias más desprovistas.
Infancia Misionera tiene una función profundamente educadora y se inserta en el fenómeno de iniciación cristiana de niños, adolescentes y jóvenes que se lleva a cabo en cada Iglesia particular. En el interior de este proceso de formación se intenta desarrollar esta dimensión misionera en armonía con el resto de las tareas de educación de la fe.